sábado, 23 de mayo de 2009

Dando la pelea

Cuando encuentras algo por lo que vale la pena vivir, también vale la pena morir por ello. (No sé a quién estoy parafraseando, pero también tiene un aroma chestertoniano... no?)

La vida en peligro... real o relativo. Próximo o a mediano o largo plazo... ¿qué harías? ¿Harías lo mismo por la vida propia que por la ajena? Saldrías a pelear por la vida aunque te ganaras la muerte?

La mayoría de nosotros si tenemos que defender la vida, (ajena e indefensa como la del que no ha nacido) por ahora en nuestro país, no tendremos que arriesgar demasiado. Todavía no llega con demasiada fuerza la maldición europea de la necesidad de la objeción de conciencia, o la presión por ley... pero paciencia, si seguimos en esta dirección ya llegarán.

Hace unos días leí las declaraciones de una candidata a primera dama, que exhibía impúdicamente su ignorancia y descriterio. Con declaraciones de una profundidad tal como decir que si a una madre no se le daba la PDD, esos niños serían maltratados, abandonados o violados, cuando crecieran, y que por eso era mejor aplicar la solución antes y sin ningún problema de conciencia puesto que la PDD no era abortiva.

No sé que me parece peor, si un abortista descarado o esta ñoñería ambigua disfrazada de humanitarismo. Máximo cuando la persona que lo declara tiene puesta una etiqueta pública de "cristiana". Da la tentación de decirle... "sea atea mejor"

En momentos así, siento el ancestro guerrero antianarquista bullir en mi interior. Creo que en este estado de ánimo podría acriminarme con un abortista... ¿Que si iría contra mis principios? Claro!! Pero no creo que contra los de él... (si hay disculpas patéticas para los abortos, también las habrá para otros crímenes ¿no?)

¿Hasta donde podemos llegar para pelear por la vida propia y por la ajena?...

lunes, 4 de mayo de 2009

Mucho por hacer

Todos los que tenemos un gran baúl de proyectos, mucho más grande que el de las realizaciones y los logros, al vernos enfrentados a nuestros propios límites o a nuestra propia vulnerabilidad deberíamos pensar ¡Tenemos poco tiempo!!!

No es un delirio previo a la tan temida palabra "biopsia" (sobre todo cuando hace algunos años ya una salió mal), aunque parafraseo a mi querido GKC y le pido al Señor "un día más, porque si me das tantas cosas y sólo un día, no podré disfrutarlas todas"... pero si miramos fríamente y a nuestro alrededor... ¿acaso las personas que enfermaron recientemente en México de la nueva influenza, o las que han muerto en los accidentes, no parecía que tendrían mucho tiempo??

La necia pretensión de inmortalidad aquí y ahora... nos hace pensar que tenemos mucho tiempo, y que por lo tanto no importa si perdemos un poquito... ¡Ojalá fuera yo consciente de eso cuando dejo deslizar las horas muertas pensando que cualquiera podría hacer mejor que yo, lo que sólo yo tengo que hacer! O que quizá estoy demasiado cansada para apurarme y sólo estoy apurada para descansar.

Entiéndeme bien, no defiendo el activismo vacío y estéril, no creo que deba llenar mi vida de actividades que me aturdan y me alienen... cuando digo "mucho que hacer" me refiero a querer a quienes quiero, respaldar a quienes confían en mí, gozar el trabajo y la vocación que elegí (o que me eligió a mí) enamorarme de lo que hago... mejorar lo que no me gusta, llenarme de buenas ideas, ¡y compartirlas! ( lo que implica muchas páginas de GKC), escuchar a los que lo necesitan... confiar en los que me quieren... no avergonzarme de pedir ayuda... perdonar y pedir perdón, y de paso, tratar de ordenar mi espacio de trabajo!

Realmente tengo mucho que hacer, ¡y mucho por hacer!

Confío en que el Señor me regalará el tiempo que estime necesario para todo lo que tengo que hacer!!!